En el Siglo XXI, mucha gente ve con buenos ojos el realizar terapias o tratamientos psicológicos.
Esas sesiones que, se supone, ayudan a la persona a “ponerle nombre” a sus miedos, problemas, heridas, etc; que tantos males le causan.
Mucha gente, en esas terapias, empieza a comprender el origen y las causas de algunos de sus males personales. Y, como es sabido, comprender un problema es el primer paso para solucionarlo... Continuar leyendo