Las personas pasamos por distintas etapas……..¿Los pueblos también? Pareciera que sí..
Desde hace un tiempo que encuentro muchas similitudes entre la Historia/Presente de nuestro país y el desarrollo psico-evolutivo que solemos tener las personas…..
Cuando un ser humano es niñ@ suele ser inocente, ingenuo, lleno de energía y deseos de sentirse reconocido por los mayores, a quienes idealiza, en quienes confía……
En este año del Bicentenario….miro de reojo nuestra historia, y me parece ver un pasado de niñez…
Europa sería nuestro papá ¿no?...Crecimos, como país, educados por los Europeos;
y como todo niño, los idealizábamos.
Las ideas mismas de Nación, Ciudad, Leyes, Religión son herencia pura del Viejo Continente.
Transitando el siglo XXI, todos sabemos
que en nuestra bendita tierra habitaban gente de otras culturas.
¿Qué no supimos valorarla? ¿Qué los echamos de sus tierras?
¿Qué les impusimos un idioma, religión y cultura diferente?
¿Cómo no lo íbamos a hacer?
Si su cultura era totalmente opuesta a la que nuestros padres nos transmitían.
En aquel entonces, Europa creía en el Progreso.
¿Qué era el Progreso para ellos? Algunas palabritas…..
Escuela – Familia – Religión – Moral Intachable – Ciudad –
Tren – Medios de Comunicación – Comercio..
El niño confía en sus padres y busca ser igual a ellos.
Nosotros, como país, también lo intentamos.
Pero llega un momento, la adolescencia (o pre-adol.) en que todo cambia…..el niño crece y, para hacerlo, se distancia de sus padres. Necesita hacerlo, para encontrarse a sí mismo.
Hubo varios momentos de nuestra historia en los que surgió esta mirada adolescente,
crítica de los valores que provinieron de Europa.
Desde hace unas décadas, volvió a aparecer, con gran fuerza…esta revisión de la historia.
Un solo ejemplo para ilustrar: Lo que pensamos sobre “Domingo Faustino Sarmiento”.
Antes, Prócer. Hoy, para muchos, Racista, Asesino, Xenófobo.
El adolescente, en su búsqueda de identidad, suele ser un juez bastante cruel con los adultos. Cuando encuentra los puntos “débiles”, les pega hasta que se rompan. No es que sea malo, es que a el también le duele que sus padres no hayan sido tan perfectos como el pensaba y creía.
Lo que al adolescente le cuesta muchísimo….y quizás nunca lo logre hasta convertirse en adulto, es “ponerse en el lugar de sus mayores”, comprenderlos en su situación.
Dicen por ahí, que uno recién comprende a sus padres, cuando tiene un hijo.
El adolescente, vive en tensión con sus mayores, y les cuesta ver cosas buenas en ellos.
Cuando crece, comienza a comprenderlos y a valorarlos.
Sarmiento, como tantos otros protagonistas de nuestra historia, no fueron intachables; pero….fueron Hijos de su Tiempo y, como tales, debemos tratar de conocer “la cultura de su tiempo”, “los ideales que los guiaron”.
Sarmiento, a mi entender, fue un protagonista fundamental de nuestra infancia como país.
Sin él, difícilmente hubiéramos llegado a ser adolescentes.
Los que lo critican, se suelen olvidar (como le ocurre al adolescente con sus mayores), que su gran capacidad intelectual le debe mucho a Sarmiento.
Abrazo a todos…..de parte de otro Argentino adolescente, que quiere ¡llegar a ser adulto!
